Tengo más

Yo tengo más que el leopardo

Tengo una casa en el mundo
de tabla de palma y guano,
un sinsonte campechano
trina a cada segundo.
El perfume tan profundo
de la mariposa en flor
me desordena ese amor
por la guajira tunera.
Es mi décima sincera,
cucalambeana; de honor.

Canto un himno que es rigor
de gestas de libertad,
donde la felicidad
se expande en un clamor.
El verso luce un primor
bello como el tocororo.
A esta isla, yo la adoro;
Si murmuran… pobre bardo.
“Yo tengo más que el leopardo”
porque tengo este tesoro.

Al soñar

…La vida es solo un sueño y los sueños, sueños son.
CALDERÓN DE LA BARCA
I

Si ese sueño renovado
hace que la vida sueñe,
¡que arribe el sueño! Y enseñe
como volar al pasado.
El alma abrirá el condado
al recuerdo más intenso
y al fluir su aroma denso
nos gravita en la memoria.
Rueda sutil es la noria
del tiempo fugaz e inmenso.

II

¡Ah!… leyes de la razón:
(crear virtudes, empeños)
El hombre amará los sueños
aunque adeude el corazón.
Si arde ciego de pasión
no dejará de soñar
siempre dispuesto a volar
rugirá en la selva, libre,
donde su ermitaño vibre
sucumbiendo en su bregar.

III

Si de sueños restaurados
pasa por ser alquimista,
arcano, mago, nihilista
¿cuántos mundos recreados?
No bastan los ya nombrados:
son fuentes de inspiración,
y joya la creación.
—Donde él se siente dueño—
pues la vida es solo un sueño
y los sueños, sueños son.

Banquete

Décima es techo de guano, es clave, guitarra y tres…
MIRTA AGUIRRE

1

Dos lechones en la brasa.
rellenos de arroz congrí
es banquete de un mambí.
Plátanos fritos en grasa
son delicias de la casa
bajo la sombra del guano.
De monte adentro, cubano,
—soy guajiro, lo confieso—:
cascos de guayaba, un queso.
¿Soy goloso o campechano?

2

Miro la repostería,
degusto sólo un buñuelo
y el tocinillo del cielo
hoy me endulza la alegría.
Para rellenar el día
frutas maduras, lozanas.
Tomo un café, dos tizanas,
discreto, me zafo el cinto.
¿¡Tamales!?…,me urge un instinto
para no morir de ganas.

Del mar

El mar en suave vaivén
llora de noche y de día
un canto de melancolía
¿A quién le canta?… ¿A quién?
¿A una Ondina infiel
o a la Sirena Brenda?
Aquel cuento,… ¿fue leyenda
la que se nombra Ariel?
¡Oh! mar, calma el dolor,
ese frenesí, delirio.
El amor es frágil lirio,
Fragante y seductor.

Mira a tu alrededor,
arduo fuego, triste llanto:
Tristán e Isolda,… quebranto.
De Helena,… su impudor.
¿Y aquel trágico amor
el de Romeo y Julieta?
Tanta desdicha, —saeta—,
trazando infelicidad.
!Mira mar, cuánta verdad!
te develo en estos versos.

La vendedora de fósforos

Dio una llama clara, cálida como una lucecita,cuando la resguardó con la mano; una luz maravillosa.
HANS CHRISTIAN ANDERSEN

Descalza va, nos suplica
ante el aullido del viento.
es noche cruel, —lo presiento—.
Agua helada la salpica
azota el aire y le pica
como dardo, como espuela.
Sin sombrilla ni pamela
vende fósforos baratos.
Están húmedos y a ratos
advierte que se congela.

Se escucha en la noche oscura:
—¡¡Cómprenme un poco de lumbre…!!
(la indiferencia es costumbre,
más fuerte que la ternura).
Fatal es su desventura,
—ave negra es la agonía—.
De puerta en puerta insistía
la niña en hallar abrazo
hasta que inerte, hecha un lazo,
se acurruca y queda fría.

  Nestor Montes de Oca Fernández

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