Era de mañana cuando nos encontramos en La Habana, solo con la idea de entregarle su libro y me acompañara un rato a dar unas vueltas a causa de algunas gestiones en la capital. Pero lo mejor de aquel momento, fue mostrarle un ejemplar impreso de su libro; el rostro se le iluminó como el de quien sonríe tras ver un arcoíris cuyo arco sigue brillando bajo la llovizna pertinaz del otoño.
Desde ahí, la conversación comenzó a alargarse en torno a la literatura, la suya, planes y textos en los que estaba trabajando… fue, una conversación de hermanos que se encuentran después de mucho sin que alcance ningún tiempo para actualizarse… y al final de la mañana al despedirnos, apenas hice unas preguntas para entender realmente aquella sonrisa de sorpresa y placer por su libro.
¿Cuál es tu punto de vista como narrador hacia la fantasía y la ciencia ficción en Cuba hoy?
Digamos que la salud de estos géneros es muy buena. Te sorprendería la cantidad de personas que nos contactan a diario (a los coordinadores del taller Espacio Abierto) porque escriben Ciencia Ficción y Fantasía y quieren compartir sus textos. En Cuba existen muy pocos, tal vez dos talleres especializados en estos géneros. Uno en la ciudad de Matanzas y el otro, Espacio Abierto, en La Habana, con casi 12 años de creado. Los domingos nos reunimos y siempre se leen más de cinco textos nuevos, entre novelas y cuentos. Ahí podemos ver que la producción, crece y evoluciona. También se ve el resultado en la Colección Ámbar donde todos los años se publican libros de estos géneros. Pero no estamos satisfechos, quiero y queremos más.
¿Has pensado escribir otro género que no sea Ciencia Ficción y Fantasía?
Claro, no tengo pensado centrarme en un solo género. Escribo Ciencia Ficción y Fantasía porque me nace. Es el género donde me siento más cómodo, y me gusta. Sin embargo, he escrito realismo e incluso teatro, pero sin mucho éxito. Tengo una deuda, no he incursionado en la poesía porque es un género que respeto demasiado…
Ahora mismo escribo una novela juvenil que es puramente realista…
Me gusta decir que he escrito y seguiré escribiendo. Sin etiquetas.
¿Escribirás alguna vez un decálogo, o un antidecálogo?
No lo creo, pero si lo hiciera, es más posible que escriba un antidecálogo.
¿Qué importancia tuvo para ti el Premio La Gaveta?
Muchas cosas. Fue un reconocimiento fuera de mi provincia, por personas que no me conocían ni a mi obra. También fue mucha alegría que alguien ajeno al mundo de la ciencia ficción y fantasía, valorara mi obra. Es un reconocimiento muy grato y me dice que estoy por buen camino… Sobre todo, cuando aquí en Cuba, a pesar de que se escribe, y siempre se han escrito, los géneros fantástico y ciencia ficción, aún hay quienes los tienen como literatura menor. Pertenezco a un grupo de personas que no le damos más o menos valor literario a ningún género por encima de otro. Nosotros escribimos literatura, y valoramos la buena literatura, independientemente de su género. Por eso, creo que este premio no ha sido solamente importante para mí, sino para todos aquellos escritores del Fantástico en Cuba.
Ahora que la revista ha publicado tu libro Menú completo, ¿cuáles son tus expectativas?
Imagínate, la principal es que al público le guste el libro, y que llegue a la mayor cantidad de manos posibles. Sobre todo, que lo lean, y si es posible, que me digan qué les pareció. No puedo estar más contento por el libro, me encantó como quedó… Y espero que sea un incentivo para otras personas que se decidan a participar en el concurso, porque no hay nada más gratificante que ver tu libro impreso.
¿Pensaste alguna vez, o tenías un plan para participar en varios concursos a la vez y lograr alguna meta en específico?
Claro, en el taller Espacio Abierto, donde prácticamente me crié, siempre hemos alentado a los integrantes a participar en cada concurso en aras de la promoción, el reconocimiento nacional o internacional; fomentar la creatividad, y, digamos, que por conquistar nuevos mundos y límites… crecer como escritor.